domingo, 25 de enero de 2009

**El Gato Volador**
En la casa de la familia Ruiz vivían cuatro hermanas, Jeimy, Jessica, Priscila y Thalia, ellas solo tenían un pasatiempo: hacer la tarea, que aburrido no? Así que las cuatro decidieron que les hacía falta algo más, después de unos días de estarlo meditando las cuatro llegaron a una conclusión: les hacía falta una mascota (ya que no tenían un hermano).
Al siguiente día salieron de paseo con sus papás al bosque de Chapultepec, fueron al castillo, rentaron unos carritos y por último fueron al zoológico, el día no podía ser más perfecto hasta que de repente vieron a lo lejos un gatito pequeño que parecía que estaba perdido así que una de ellas lo tomó y lo guardo es du mochila en lo que buscaban la manera de convencer a sus papás de quedárselo.
Al llegar a su casa le dieron de comer y todas convencieron a sus padres con un poco de chantaje y lloriqueo y el gato fue llamado Wiffy.
Lo que nadie imagino s que la más pequeña de todas, Thalia, molestara tanto al pobre gato, pues le jalaba la cola, lo estrujaba hasta dejarlo sin respiración y lo acariciaba de tal manera que se le veía el cráneo al pobre animal.
Nadie sabía como quitárselo de las manos porque cuando lo hacían desataban una explosión de llanto y gritos que a nadie le gustaba así que todos dejaron que todo siguiera igual.
Un día como todos los demás Thalia estaba asfixiando al gato con el cariño que le tenía, pero se le ocurrió una grandiosa idea: Jalarle la cola al gato. Yo diría que fue un grave error pues todo lo que empieza debe terminar así que cuando Thalia tiró de la cola de Wiffy este enloqueció volando hasta la cabeza con coletas de Thalia y se aferró a ella de tal manera que la chiquilla no se lo podía quitar su única salida era correr a pedir ayuda llevando al gato de sombrero, así que Thalia salió despavorida, no sabía si gritar o llorar pero optó por hacer las dos cosas por toda la casa hasta que encontró a su hermana mayor y ella la ayudo, no sin antes reírse un poco.
Cuando todo hubo acabado Thalia recibió su lección y la burla de todos los miembros de su familia y la pobre niña le dijo a todos.- Moraleja: A los gatos no les gustan las niñas bonitas.-

1 comentario:

  1. Muy bien Thalía, creo que la rima y la métrica no son exactamente algo que vayamos a dominar en la materia, aunque sí son temas que debemos tocar, en fin, sobre la marcha veremos la conveniencia de profundizar en ese y otros temas. Escribes bien pero siento que al aventón, debes poner más atención al texto y volver a él para corregir detalles.

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